La lavanda es una hierba perenne que pertenece a la familia Lamiaceae. Es originaria de la región del Mediterráneo, Oriente Medio y la India. El nombre científico de la lavanda es Lavandula angustifolia, y también se la conoce como lavanda inglesa, lavanda verdadera o lavanda común.

 

La lavanda es bien conocida por su aroma fragante y se utiliza a menudo en aromaterapia, cosméticos y productos de cuidado personal. También se utiliza con fines culinarios y como remedio natural para diversas dolencias.

 

Hay varios tipos diferentes de lavanda, incluida Lavandula stoechas (lavanda española), Lavandula dentata (lavanda francesa), Lavandula latifolia (lavanda portuguesa) y Lavandula x intermedia (lavandín). Cada tipo tiene características ligeramente diferentes, como el color, el tamaño y la fragancia de la flor.

 

En términos de beneficios para la salud, la lavanda es conocida por sus propiedades calmantes y calmantes. A menudo se utiliza para reducir el estrés y la ansiedad, promover la relajación y mejorar la calidad del sueño. Algunos estudios también han sugerido que la lavanda puede tener efectos antiinflamatorios, analgésicos y antiespasmódicos.

 

Por ejemplo, un estudio publicado en el Journal of Alternative and Complementary Medicine encontró que la inhalación de aceite esencial de lavanda reducía los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en los participantes. Otro estudio publicado en el Journal of Ethnopharmacology encontró que el aceite de lavanda tenía efectos analgésicos y podía reducir la intensidad del dolor en pacientes con osteoartritis de rodilla.

 

La dosis recomendada de lavanda puede variar según la forma específica de la hierba y el uso previsto. El aceite esencial de lavanda debe usarse con precaución y no debe ingerirse, ya que puede resultar tóxico en grandes cantidades. En cambio, normalmente se usa para aromaterapia o se aplica tópicamente en forma diluida. Por ejemplo, se pueden agregar unas gotas de aceite esencial de lavanda a un aceite portador (como el aceite de coco o de jojoba) y aplicarlo sobre la piel como aceite para masajes o agregarlo a un baño.

 

En términos de té de lavanda, una dosis típica es de una a dos cucharaditas de flores secas de lavanda por taza de agua caliente, remojadas durante 5 a 10 minutos. El té de lavanda se utiliza a menudo por sus efectos calmantes y relajantes.

 

En general, la lavanda es una hierba versátil y beneficiosa con una larga historia de uso. Sin embargo, como ocurre con cualquier remedio natural, es importante consultar con un médico antes de utilizar lavanda con fines de salud.